
Mucho más importante que recomendar libros es fomentar el amor a la lectura.
Una biblioteca puede definirse, desde un punto de vista estrictamente etimológico, como el lugar donde se guardan libros, sin embargo en la actualidad esta concepción se ha visto hace tiempo superada para pasar a referirse tanto a las colecciones bibliográficas y audiovisuales1 como a las instituciones que las crean y las ponen en servicio para satisfacer las necesidades de los usuarios.
La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta...
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Para que el hombre sea fuerte debe comer regularmente, y para que sea sabio debe leer siempre.